lunes, 7 de julio de 2014

DE SOBRESUELDOS, CHANCHULLOS Y POLÍTICOS DISTRAIDOS

AYUYÁNDONOS DE LA INFORMACIÓN PUBLICADA EN LOS MEDIOS…

Alrededor y en torno a la “mordida” descubierta en la Federación Catalana de Municipios (hasta 44 alcaldes catalanes habrían recibido sobresueldos ilegales entre los años 2011 y 2012, disfrazados en forma de dietas u otros complementos, pero que, en realidad, y según creen los investigadores, se otorgaban como un fijo mensual, de acuerdo con el escalafón de cada uno de ellos en la FMC, y no de acuerdo a su actividad real.), mediante la cual hemos podido conocer que muchos ¿políticos? han vuelto a “poner la mano, mirando para otro lado”,  también hemos podido constatar, de nuevo, las diferentes actitudes adoptadas por los “posibles receptores” en función, no ya de sus adscripciones políticas a determinadas formaciones ideológicas, sino a sus respectivas concepciones éticas en sus propias actuaciones cívicas y en los quehaceres que ejercen en el ámbito de la administración de “la res pública”.

Para no hacer muy extensa la reflexión referida al “affaire”, señalaremos los modos de comportamiento llevados a cabo por dos regidores pertenecientes a la misma formación política: El alcalde de Tarragona, el socialista Josep Félix Ballesteros, en cuanto ha surgido ha comparecido con un documento en la mano para explicar que él nunca cobró ni un sólo euro mientras fue vicepresidente de la Federación Catalana de Municipios. “No lo vi claro desde el principio y lo rechacé”. Se desvincula así de la lista de 44 alcaldes que habrían cobrado unos 200.000 euros conjuntamente por dietas y desplazamientos.

Al asegurar que el escándalo no le implica, ha dicho: “Tomaré acciones legales contra aquellos que sigan insinuando que he cobrado dietas.” El socialista también ha añadido: “Me molesta que se ponga a todo el mundo en un sólo paquete”, en referencia al hecho de que el documento implica a alcaldes de todos los partidos.
Ballesteros ha especificado que renunció a estas dietas desde el primer momento en llego al organismo: “Me dijeron que había un sueldo por asistencia a reuniones y kilometraje, pero no lo acepte porque aprovecho los desplazamientos para reuniones y encuentros por mi trabajo de alcalde y voy con el coche del Ayuntamiento.” De hecho, el alcalde de Tarragona ha afirmado: “No recordaba que había  renunciado…, ha sido mi jefe de gabinete quien me ha recordado que no quise dar mi número de cuenta.”

Por su parte, la Alcaldesa de l’Hospitalet, Núria Marín, vicepresidenta de la Federación Catalana de Municipios, ha explicado que, como el resto de alcaldes, interpretaban que las retribuciones que cobraban respondían a la responsabilidad y trabajo que desarrollaban en la FMC, "igual que se hace en otras instituciones como la Diputación de Barcelona, en los consejos comarcales y en tantas y tantas administraciones". Ha explicado que el lunes tuvo conocimiento del informe que recogía que las dietas tenían que ser justificadas, lo que no hacía ningún miembro de la entidad, y que si lo hubieran sabido antes habrían actuado como correspondía.

Ella, entre algunos otros alcaldes, se siente desconcertada e indignada porque una organización como la FMC debe trabajar en base a la legalidad. “No conocíamos ningún informe ni requerimiento que cuestionara el sistema de percepciones". "Tengo la conciencia muy tranquila desde el punto de vista personal. Para mí ha sido toda una sorpresa".

Después de que la gestora de su partido (tras confiar en que no ha habido ánimo de ilegalidad) haya instado a los socialistas recaudadores de percepciones “opacas” a “consignar” los importes cobrados de los supuestos sobresueldos de la entidad hasta que acabe la investigación, el 2 de julio, la alcaldesa de l’Hospitalet, Nuria Marín, reintegró, mediante un talón nominal a favor de la FMC (tras el dictamen de la entidad que estableciera que las cantidades percibidas tenían la consideración legal de avances de gastos que hay que justificar, en vez ser consideradas dietas para atender a su responsabilidad como vicepresidenta de la FMC y presidenta de la Comisión de Economía.) todas las cantidades que había recibido en este concepto de dietas por su importe íntegro --14.434,80 euros brutos durante 2011 y 2012-- y que, según Marín, está incluido en sus declaraciones de Renta de los correspondientes ejercicios.

Aparte de que este nuevo affaire pueda llegar a desembocar, a la larga, en uno más de esos farragosos chanchullos “politiqueros” de los oiremos hablar hasta la saciedad sin que, al final, se aclare nada, podría ser una buena ocasión para reflexionar (una vez más) sobre el sueldo de nuestros políticos, un tema que ni ellos mismos controlan, como se deduce del hecho de que la propia Vicepresidenta de una entidad no supiese lo que cobraba (o al menos por el concepto por el que lo hacía) siendo además presidenta de la Comisión de Economía del citado órgano, derivando, al destaparse el problema a órganos administrativos/funcionariales designados por los órganos rectores/políticos formados por cargos electos.

A mí me nombran al más alto nivel de una institución; yo nombro por debajo de mí a un escalón de funcionarios para que manejen la burocracia del ente, siempre, claro está bajo mi control y asesoramiento. Un día me llega un sobre cerrado con una asignación dineraria dirigida a mí y, sin reflexionar sobre ello, me lo meto en el bolsillo en la creencia de que el entramado funcionarial marcha bien engrasado y, dando por justo, que esa retribución me corresponde en puridad… ¡¡¡AL SACO!!!

 ¿No soy acaso un cargo elegido por el pueblo…? ¿No estoy, por ventura, al servicio del pueblo? ¡Pues que el pueblo me compense por los sacrificios que por él hago?
Más de 77.000 € anuales en concepto de alcalde; 27.000 € por estar adscrito a la Corporación a la Autoridad Metropolitana y más de 14.000 € por pertenecer a la Federación… Total: Unos VEINTE MILLONES DE PESETAS,

Renuncio, para no ser cruel, a indicar aquí el sueldo medio que gana en España un obrero, un taxista, un vendedor, un funcionario, un enseñante, un catedrático, un cirujano, etc., etc.              

La reflexión final sería: ¿Qué tipo de control llevan nuestros políticos sobre sus cuentas dinerarias? ¿Aceptan de antemano las remuneraciones que obtienen por el ejercicio de sus cargos públicos o se limitan a admitir en sus cuentas todas las aportaciones que a ellas llegan sin la más mínima revisión crítica? 

Se supone que las personas con cargos públicos deben tener un nivel tal de conocimiento como para llevar el buen control de los sueldos que reciben, y que, de no ser así, tienen las necesarias disponibilidades para que personas expertas contratadas por ellas estén al tanto de la evolución de sus caudales, sobre todo, habiendo visto ya que el despiste por amor no tiene una buena salida legal.

De aquí a que lleguen las próximas elecciones, el común de las gentes (el pueblo llano) deberemos estar ojo avizor para detectar todos los “chanchullos” que organizan en su favor aquellos que nos dijeron que les eligiéramos porque iban a “luchar por nosotros”, pero que en definitiva sólo han procurado por sus haciendas y por las de sus amigos.

Puede que hasta ahora nos hallan engañado y que haya sido por culpa de ellos, pero si a partir de ahora nos dejamos engañar… SERÁ POR CULPA NUESTRA.       

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